6. Cocinas lineales
Las cocinas en forma de línea son ideales para ambientes pequeños, lugares largos y estrechos. Este tipo de cocinas requieren de una buena planificación. Generalmente, se colocan los muebles, la cocina, la refrigeradora y la pileta en la misma pared.
Una buena forma de distribución lineal es la organización por funciones. Así, se crearían tres zonas, que irían seguidas la una de la otra: una de almacenamiento (nevera, alacena, etc.), otra de alimentación (encimera de cocina, placa, horno y microondas) y otra de lavado (lavavajillas, fregadero y lavadora).
La longitud de la línea no puede ser inferior los 2,10 m. El ancho de la habitación tampoco puede ser menor a 1,50 m y la línea de armarios ha de tener, por lo menos, 3,30 m de largo. En caso de que esto no sea posible, la cocina puede resultar demasiado angosta. Sin embargo, como con esta distribución no se puede crear un triángulo de trabajo, también resultará más cómoda si no es muy grande ya que así se evitarán desplazamientos largos.
Su principal ventaja es que las instalaciones se concentran en una única pared y no quedan ángulos muertos o mal aprovechados. Además, se puede añadir una mesita o una barra de desayuno sobre la pared que queda libre.
